Pies

La Diabetes Mellitus es considerada la primera causa de amputación no traumática en miembros inferiores, siendo uno de los problemas secundarios de la misma más graves, debido al efecto de la calidad de vida de las personas con Diabetes y como consecuencia del efecto sostenido de neuropatía periférica e insuficiencia vascular.

La aparición de úlceras en los pies es uno de los principales problemas que se les plantea a los pacientes con Diabetes. La neuropatía diabética conduce a la disminución de la sensibilidad de las extremidades. Cuando aparecen úlceras hay que iniciar un tratamiento precoz para evitar la amputación de la extremidad. El tratamiento se basa en el reposo, el desbridamiento quirúrgico, las curas locales y el tratamiento antibiótico en caso de presentarse infección.

La incidencia de ulceraciones en el pie en estos pacientes puede alcanzar el 15% de los pacientes con pie diabético.

Clasificación de Wagner del pie diabético

• • Grado 0: ausencia de ulceras en un pie de alto riesgo
• • Grado 1: ulcera superficial que compromete todo el espesor de la piel pero no tejidos subyacentes.
• • Grado 2: ulcera profunda, penetrando hasta ligamentos y músculos pero no compromete el hueso o la formación de abscesos.
• • Grado 3: ulcera profunda con celulitis o formación de abscesos, casi siempre con osteomielitis
• • Grado 4: Gangrena localizada
• • Grado 5: Gangrena extensa que compromete todo el pie.

Este problema de salud debe tratarse de manera multidisciplinar, ya que sus complicaciones requieren la colaboración de diversos profesionales implicados en el manejo del pie diabético, enfermería, ortopedia, podología, medicina, etc.

Autocuidado

Parte de la educación para el paciente con Diabetes involucra todos aquellos cuidados a favor de minimizar complicaciones, por ello debemos poner especial atención diariamente en los siguientes puntos:

• Inspeccionar a diario el pie, planta y talón (con el uso de un espejo), en búsqueda de lesiones.
• Examinar el calzado antes de usarlo
• Cambiar de calcetines y de zapatos diariamente
• NO caminar nunca descalzo no utilizar agua o almohadillas eléctricas para calentar los pies • Dejar que un podólogo te quite los callos
• Cortar las uñas de forma recta y limar suavemente los bordes y aristas
• Lavar los pies con agua y jabón y secarlos muy bien entre los dedos
• No usar agua demasiado caliente para bañarse
• Aplicar siempre crema hidratante en los pies después de bañarse.

En los últimos años han aparecido en el mercado los ácidos grasos hiperoxigenados como herramienta útil en la prevención de las úlceras, gracias a ellos se evita la fricción y el deterioro cutáneo.

En el cuidado del pie diabético está comprobado que el uso de eritropoyetina en pacientes con Diabetes evita la destrucción de las células beta del páncreas.

El uso de cámaras hiperbáricas logra un incremento en la cantidad de oxígeno en las heridas, que favorece su cicatrización y disminuye la tasa de amputación.

 

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